Presione en caso de emergencia
- ruth garita

- 22 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 14 sept 2024
He pasado por momentos difíciles en la vida, como cualquier mortal... y a veces estamos hasta entrando en depresión y no nos hemos dado cuenta...
¿Cómo ayudarme en un momento de crisis?

No dejemos de creer en nosotros mismos.
Uno es más fuerte y valiente de lo que cree y es ahí cuando más necesita creer en si mismo, en nuestros potenciales, valores y en nuestros talentos. Esa es la gasolina para seguir adelante. Miremonos al espejo y digamos a los ojos... yo puedo...
Regresemos al primer amor... el propio.
Todo tiene un porqué y para qué. Aunque no tenga sentido, si escuchamos en lo profundo del corazón sabremos que hay algo bueno que sacar de aquí, aunque duela, aunque cueste, aunque esto no es lo que queríamos un día nos diremos: era necesario. Pero... No nos resignemos, nuestro corazón sabe cuando es momento de partir... entonces no hay que quedarse mas tiempo del necesario donde no se está floreciendo, no dejemos de caminar. La única prueba de la vida es el crecimiento.
Ver otras perspectivas.
Cuando todas las opciones a la vista se nos acaban es el momento perfecto para crear, para buscar ángulos nuevos que ni imaginamos, es cuando aflora lo mejor de nosotros porque estamos saliendo del punto de confort (bueno, mediocre o malo) en el que estábamos. Probemos cosas nuevas, abramos las ventanas, renovemos el aire, seamos creativos.
Caminar hacia el futuro.
El pasado no nos ayuda de nada más que para guardar buenos momentos y de los malos aprender una lección, la culpa no sirve de nada, nos inmoviliza y paraliza para avanzar, aunque lo que estemos pasando sea por nuestra propia responsabilidad. Aprendamos a viajar livianos. El presente es lo que tenemos, aquí y ahora es cuando podemos actuar y hacer algo al respecto para mejorar nuestra situación, el futuro es un proyecto que está por venir, no nos angustiemos tratando de alcanzarlo ya, no ha llegado, podemos soñar, eso nos da fuerzas pero... el futuro es hoy... hay que abrazarlo y sacale hasta el último aliento. No dejemos de avanzar.
Ser hoy la persona que queremos ser.
No posterguemos nada bueno, si las limitaciones nos aplastan, vuelvamos a leer el párrafo sobre: "Veamos otras perspectivas". Debemos adueñarnos de nuestra vida, de la felicidad, de las ganas, empoderarnos de todo lo bueno que merecemos. Los buenos pensamientos y deseos hacia los demás atraen cosas positivas a nuestras vidas. Si no sabemos lo que queremos, es un buen momento para decidirlo.
Apoyarse en las personas que nos quieren.
Ellos más que nadie nos conocen y sufren si sufrimos, quitémonos el ego y orgullo de encima, nosotros haríamos lo mismo por ellos si cambiaran los papeles, aceptemos ayuda, hablemos de nuestros sentimientos y permitamos recibir amor.
Confiemos. En Dios, en nosotros mismos, en que los males se acaban en algún momento, yo he experimentado que la vida no es una constante, sino una montaña rusa, un mar de colores, si hoy estás en el gris pronto te tocará el amarillo, o el rosa. Es un ejercicio de fé mientras trabajamos por lo que queremos. Dios tiene todo bajo control.
No nos comparemos. Ni con los que están mejor o los que tienen menos oportunidades que las nuestras, cada persona tiene su propia lucha. Yo soy yo, no hay que competir con nadie, esto nos debilita, habla de lo pobre que está el autoestima y si es así hay algo más fuerte que tratar... nuestra escencia.
Alejarse de la autocompasión.
Cuando sentimos pena por nosotros mismos la batalla está perdida, no sirve de nada, es de humanos sentirse así, pero nos hacemos daño a nosotros mismos, indisponemos a quien nos quiere ayudar, creamos una imagen frágil, disminuye nuestras capacidades; si ésta es una forma de llamar la atención, lo estamos haciendo equivocadamente, no ocupamos la lástima ni pena de nadie, mucho menos la propia, ofrezcamos lo mejor cada día, a cada persona, eso traerá frutos, en el momento adecuado.
Para terminar les comparto un texto hermoso de Albert Einstein sobre la crisis:
"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."






Comentarios